viernes, 26 de octubre de 2012

INFANCIA, DIVINO TESORO

En primer lugar pido disculpas por los errores ortográficos que haya podido cometer con anterioridad, mira que lo intento, pero siempre se me cuela alguno, y como vamos a hablar de la infancia y la educación pues aprovecho para pedir perdón que creo viene muy a cuento.
 
Si yo hubiese nacido en  Esparta, mis errores se hubiesen castigado con extrema crueldad, pero vamos, es que en Esparta tampoco hacia falta que cometieras errores, allí te castigaban por todo y ya la propia educación era un castigo en sí misma. En primer lugar como nacieras con algún defecto te abandonaban sin contemplaciones y si nacías perfecto, pues podías estar viviendo en casa de los padres hasta los 7 años. Pero no, no era tan maravilloso. Según nos cuenta Plutarco (historiador griego que vivió unos cuantos siglos después, así que podéis pensar lo que queráis) los niños eran cuidados por  nodrizas que tenían prohibido dar ningún tipo de cariño; el dejarles solos a oscuras era una práctica  común porque pensaban que así se fortalecían. Con 7 años se iban a unas escuelas militares y recibían un entrenamiento durísimo; obtenían poca comida y tan sólo una manta para cubrirse durante el invierno, manta además que les tenía que durar años. Casi no les dejaban bañarse y cuando lo hacían era con agua fría. Y así durante algunos lustros, más o menos hasta que cumplían los 20.
 
 Pues sí, yo me quedé igual cuando lo leí. ¡Madre mía! claro, así salían los muchachos, guerreros tremendos y con mucha mala leche.  Ya me puedo imaginar a esos 300 machotes en las Termópilas, tan lustrosos y fuertes ellos y tan guapetones y a ese Leónidas gritando "Espartanos...." (ay madre que me pierdo). Las mujeres también recibían esta educación y de siempre se ha dicho que estas féminas preferían que sus maridos e hijos volviesen con los pies por delante y no bajo el escudo. Venga, a pensar qué significa ésto.
 
Os dejo con un cuadro de David sobre las Termópilas y que se encuentra en el Louvre
 
 
Los romanos tampoco se quedaban atrás, el padre de familia podía no reconocer a su hijo y por lo tanto el recién nacido quedaba a su suerte, cosa que solía pasar con las niñas y los deformes . Tampoco se permitían el darles mucho cariño y era común el bañarlos en agua helada, así solo sobrevivían los más fuertes. Bueno, bueno, por lo que parece, muchas madres hacían el paripé y lo que pasaba con el niño era que o bien terminaba con otra familia o bien  como esclavo en la propia casa de sus progenitores. En el caso de los pobres, pues en algunas ocasiones lo que se hacía eran intercambios de hijos (si hombre, aquello de yo tengo 2 hijas y 4 hijos te cambio un hijo por otra hija. Muy práctico) y en otras, sencillamente  se daban hijos a familias que no tenían. De todas formas con los niños que nacían con algún defecto pues no se actuaba así y aquí no se andaban con medias tintas.
 
Ya, ya sé que estamos aquí todos con un nudo en la garganta. bueno, en Egipto la cosa  estaba mucho mejor y a los niños se les trataba con más cariño. Mamaban hasta los 3 años, y los chicos varones pertencientes a las clases campesinas y los que eran hijos de  artesanos recibían la educación paterna para ser ellos los continuadores de los negocios. Y claro, aquí llega las pregunta ¿y las mujeres? ¿y los hijos segundos? porque en Egipto unos cuantos descendientes tenían (se calcula que unos 8, de los cuales sobrevivían la mitad). Pues las mujeres en la casa con las madres aprendiendo las tareas del hogar  y los hijos segundos pues a intentar que familias sin vástagos les ensañaran el oficio y poder así sobrevivir. En la nobleza las cosas eran diferentes: las reinas y nobles no daban de mamar y educación recibían todos. Aprender a leer y a escribir no hacía falta a no ser que te dedicaras al arte o bien fueras escriba.

Tanto a los espartanos como a los egipcios se les rapaba el pelo. A los segundos les dejaban  una coletilla que les caía por un lado de la cabeza, no sé exactamente para qué, bueno, serían modas, como ahora  que cortamos el pelo a los pobres niños a tazón (mi hija me lo restregará por la cara en un futuro, sí ,confieso, yo también lo he hecho) y  les ponemos lazos enormes en la cabeza (no, ésto no lo he hecho). En el Imperio Nuevo la costumbre quedó sólo para los príncipes herederos (qué monos quedarían nuestro príncipe Felipe de Borbón y Carlos de Inglaterra totalmente rapaditos con una coletita en un lateral). Os pongo una foto del faraón Amenofis IV con su mujer y sus hijas.
 

 
 
 
 
 
 
 
Puede  que raparse el pelo fuera para evitar los piojos, bichitos que nos han acompañado y nos siguen acompañando muy amablemente desde tiempos inmemorables.  Cuando era pequeña y tenía piojos pues también me rapaban al cero y según me han contado, en algunos lugares de Israel a los qué tenían piojos se les untaba la cabeza con queroseno (luego decimos de los espartanos).
 
En fin, como podéis suponer la infancia y la educación da para mucho por lo que en un futuro retomaremos este tema. Recomiendo un libro que se llama Historias de la Vida Privada qué está escrito por varios autores y bajo la dirección de Georges Duby.
 
La semana que viene más pero no creo que de lo mismo, si me animo voy a escribir sobre métodos anticonceptivos en la Historia, pero no prometo nada. Buena semana (puede ser otro tema, el articulo es semanal).
 

22 comentarios:

Pippa dijo...

Qué bueno, me ha gustado mucho. Me gustan mucho las historietas de los romanos, pero vamos necesitando alguna del Medievo, que seguro que hay tela que cortar. Alguna de los cruzados estaría bien. Gracias!

Unknown dijo...

Ok. voy preparando algo

rosana dijo...

¡¡Madre mía, cómo ha cambiado el cuento!!...por cierto, ¿para cuándo una historia de la historia de las mujeres? Ya sabes, su papel en la Historia, en la sociedad, etc.

rosana dijo...

Por cierto, me ha encantado el dibujo de Flavio...

Unknown dijo...

Hola Rosana, pues sí he pensado en hacer algo sobre mujeres y como también me han pedido de la Edad Media, pues creo que voy a hacer algo sobre mujeres en las Cruzadas o algo similar.

Unknown dijo...

El dibujo lo hizo una pintora israelí llamada Meital Milberg, la verdad es que es bastante buena.

Anónimo dijo...

¡Qué interesante! Menos mal que hemos ido cambiando, por lo menos en esta pequeña parcelita del mundo donde vivimos.
Lo del queroseno, yo sé una receta segura para matar a los piojos, una parte de queroseno, dos de manteca de cerdo y una de vinagre. Suena a arte de brujas, ¿verdad? Pues sí, y os aseguro que funciona...:)
Lo que he leído en este artículo me ha hecho recordar un libro que leí hace unos meses, se llama "Escuela de felicidad" de Rafael Santandreu. En este libro él menciona los resultados de unos experimentos hechos con niños para educarlos a la manera espartana, experimentos hechos no hace tanto tiempo, y los tristes resultados de estos intentos. Por cierto, el tema principal del libro es la resilencia, y ahora que tienes pensado escribir sobre las mujeres, a lo mejor juntar los conceptos, mujer y resilencia, no sería descabellado.
Me gusta mucho lo que escribes en este blog, ¡sigue así! Me intriga mucho saber más sobre las Cruzadas.

Unknown dijo...

Gracias

savta dijo...

en cuanto a piojillos se refiere, quiero dejar aclarado que no se ponia kerosen puro en las cabezas de los peques - sino una mezcla a partes iguales de aceite, vinagre y kerosen. no se imaginan que lindo quedaba el pelo despues del lavado!

Unknown dijo...

Y lo que tendría que picar semejante mezcla. Nuestra amiga/o anónimo nos cuenta que se ponía grasa de cerdo y vinagre. Supongo que cada país utilizaba las materias primas que tuviesen mas a mano. No sé, a mí me sigue pareciendo muy espartano la verdad (pero que brutos vive Dios!)

Mirta dijo...

¡¡¡Por fin he logrado dar con el enlace para mandar un mensaje!!! Leo cada semana las nuevas aventuras que nos cuentas. Son muy chulas, está bien eso de dar un enfoque diferente a la historia pero...¡Menos mal que hemos nacido en esta época!
Besotes, guapa.

Unknown dijo...

Ni qué lo digas. Por cierto se admiten ideas para nuevos temas

Ana de Andres dijo...

Perdona, Patricia pero es que hasta ahora no me he parado a ver cómo hacer comentarios. Lo intenté una vez y parece que no salió. A ver si ahora sí. Como se acerca el día de los Santos estaría bien un monográfico sobre la celebración de la muerte en las distintas culturas...ahí lo dejo

Ana de Andrés dijo...

Es precioso...pinta genial... ¿para cuándo uno tuyo? ¿no tiene ninguna página con más obras?

Unknown dijo...

Buf, me parece una idea excelente, la verdad. Miro lo que puedo hacer. Anticonceptivo, mujer en las Cruzadas, muerte. Se me acumulan los temas. Me gusta.

Unknown dijo...

Creo que tiene un blog. Lo voy a poner en mi listado de blogs

FFS dijo...

Lo de liquidarse a los peques que llegaban un poco averiados era práctica no tan infrecuente en nuestra propia España (y no solo en España) tan hace poco como... mediados de los '60 (sí, la década de los Beatles).
Y esa misma práctica, bajo una forma más sofisticada, la que permite saber cómo van las cosas en el vientre de la futura mamá, se encuentra aún hoy vivita y coleando, probablemente con furor digno de mejor causa... encima, para mayor sarcasmo, protegida bajo el manto imperioso del avance de los derechos humanos: no olvidemos, oiga usted, que esa es precisamente la primera y fundamental causa que, en casi todos lados, justifica el amparo legal al aborto (en palabras de la ley española al respecto: "Que se presuma que el feto habrá de nacer con graves taras físicas o psíquicas", causa justa para cepillárselo preventivamente; ... claro que nuestras brillantes mentes jurídicas, siempre bien dispuestas a justificar la moda del momento, ya elucubraron, para explicarle al vulgo las elevadas razones de tan eximia ley, de esta guisa: "La vida es un concepto indeterminado", literal, del fundamento jurídico 6 de la sentencia 53/1985 de nuestro insuperable Tribunal Constitucional... ya sabes, estar vivo o muerto es algo indeterminado, ¡ufff, qué alivio!).
Líbreme Dios de criticar la práctica abortiva o arrojar la primera piedra, que ni mis actos, a menudo contradictorios, ni mis neuronas dan para tanto (y, claro, hasta ahora, a mí tampoco se me ha puesto la tripa como un bombo en solo 9 meses), pero las cosas son lo que son y, para entendernos, lo primero es el verbo, ¿o no?

Unknown dijo...

Es cierto que también ahora en algunos lugares de este mundo si naces niña te abandonan a tu suerte. Soy europea y española y muchas veces peco de eurocentrismo.
¿Podrías explicar un poco más lo que pasaba en la España de los años 60?. Realmente me interesa y creo que podría ser muy interesante para todos los que leemos este blog. Gracias por tu aportación.

FFS dijo...

Lo haré con un ejemplo vivido por mi mujer a mediados de los 60 en lo que entonces era un bellísimo pueblo de la costa andaluza (nombre del pueblo borrado por presión de mi mujer... y es una pena, porque para más güasa en su denominación incluye la palabra 'Moral') .
Había nacido su primer hijo y una deliciosa niña-mujer (a la que aquí llamaré Sara) de 17 años, la mayor de 18 hermanos y, como podéis imaginaros, gran experta en el cuidado de niños, tarea en la que Susan era primeriza. En una de esas, llega Sara una mañana y le cuenta que la noche anterior su tía había dado a luz. --¿Qué tal fue todo? -- Bien, pero como el niño venía mal, le pusieron la inyección --¿La inyección? Resulta que la inyección no era más que eso, una inyección de aire con la que se hacía pasar a mejor vida al niño 'que venía mal', en práctica habitual en la zona, como Sara llanamente explicó, sin rubor, que por algo era lo que habitualmente se hacía.

Unknown dijo...

UFFF, y ésto ha pasado no hace mucho en nuestro país, es curioso pero en muchos aspectos no hemos avanzado gran cosa, me estoy acordando también que hasta no hace mucho se decía que cuando un niño lloraba en la cuna había que dejarlo sólo e ignorarlo para que no se acostumbrara a los brazos, había ocasiones en las que el niño podía estar llorando por horas. Ahora muchos pediatras te dicen lo contrario y explican la importancia del cariño.
Muchas gracias por tu información (me he quedado helada con lo de la inyección ¡qué fuerte!)

Anónimo dijo...

Esparta: como siempre todos iban a la agogue pero no todos la sufrían. Me dicen al oído q de hecho Esparta tuvo un rey cojo de nacimiento. Además, sin sentimentalismos, el rigor es el mejor método para conocerse a sí mismo, sus capacidades y límites y como utilizar sus habilidades y, como sociedad, la mejor manera de forjar un sentimiento de pertenencia. Esparta hizo lo q hizo en Termópilas x su idiosincracia donde primaba el estado sobre el individuo "Viajero... hemos muerto por obedecer las leyes" y Atenas en Maratón x una idiosincracia opuesta: el individuo sobre el estado, como bien jadeó Filípides "...hemos ganado", así sin mas. El estado, la cultura, todo se construye, dicen, sobre la educaciòn. PREGUNTO: por caminos tan distintos se llega al kmismo resultado? cual era el mejor sistema? es tan terrible forzar a alguien hasta sus límites?
Hablando de límites, propongo unos mas agradables para otra ocasión: LOS DE LA CONQUISTA Y EL ASEDIO y quien mejor que el GRAN BURLADOR ZEUS !!! Bravo por Patri, sigue pinchándonos con temas interesantotes !!

Unknown dijo...

Bueno, no creo que sea terrible tan terrible forzar a alguien hasta sus límites pero ¿qué resultado se obtienen de esa manera? y luego habría que ver cuales son los límites de cada uno. Chicos ésto se empieza a poner muy intresante.
Apunto los temas de la conquista y el asedio a mi lista, me parece buena elección también.
Gracias